domingo, 22 de mayo de 2011

Bomba de relojería para el mundo


[Este artículo aparece hoy en la edición digital del periódico ABC, medio de comunicación de marcado caracter derechista. Muestra la gravedad de la crisis económica en USA y como en cualquier momento dicho país puede entrar en bancarrota y ello repercutir mundialmente]

Estados Unidos afronta la bancarrota al no poder endeudarse más por la falta de un acuerdo político
http://www.abc.es/20110522/economia/abcp-bomba-relojeria-para-mundo-20110522.html

EMILI J. BLASCO

CORRESPONSAL EN WASHINGTON

Estados Unidos ha dado un paso hacia el precipio: el pasado lunes sobrepasó el límite legal de deuda, 14,3 billones de dólares. Ya en aire, el secretario del Tesoro, Tim Geithner, logró un tablón para seguir haciendo pie: la reducción de inversiones en fondos de pensiones evitará la caída hasta el 2 de agosto. A partir de ahí, el desplome, la bancarrota. A diferencia de otros países, cuya deuda la fijan los presupuestos anuales del Estado, en EE.UU. hay además un listón máximo que separadamente aprueba el Congreso cuando es imprescindible. Ocurre desde 1917. Dependiendo de los ciclos económicos, los presidentes han tenido que elevar ese techo.

Un nuevo incremento no tendría que ser ningún problema, salvo por dos cuestiones. Una es que la deuda alcanza casi el 80% del PIB, cifra inusual en EE.UU., derivada de los rescates aportados a bancos y compañías automovilísticas durante la crisis y también del prolongado peso de las guerras de Irak y Afganistán. La otra es el fenómeno del Tea Party, cuyo populismo hace que sus representantes en la mayoría republicana se nieguen a autorizar más endeudamiento. Y no solo eso, niegan que sea cierta la catástrofe que se avecina.

Como otras veces acuerdos de este tipo se han alcanzado en el último momento, la clase política y económica estadounidense no parece aún muy alarmada. En esto hay algo de lo del cuento del lobo. Se parte de que el 2 de agosto tampoco es el fin del mundo, pues como en casos anteriores se tirará de ingeniería contable para alargar la agonía. Además en la deuda se contabiliza lo que unos departamentos del Gobierno se deben a otros. Se sabe que aún hay algo de margen, pero no cuánto.

¿Qué ocurría si Obama no puede tomar más dinero prestado? La Administración seguiría abierta un año reduciendo el gasto un 40%, lo que supone ahorrar 4.000 millones de dólares al día y 1,5 billones al año. Esto constituye el 10% del PIB, contracción que la economía estadounidense no resistiría. «Una de las primeras víctimas sería el dólar, que se hundiría. Los tipos aumentarían y nos llevaría de nuevo a la recesión. Podría encenderse otra vez la crisis financiera mundial», ha dicho Alan Blinder, ex vicepresidente de la Reserva Federal.

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